Situada en el extremo meridional de la comarca de La Armuña, a 4 km de la capital charra, nos encontramos con la localidad de Villamayor; conocida popularmente por ser la cantera de la piedra franca de Salamanca.
Villamayor es actualmente el sexto municipio salmantino más poblado. La cercanía a la capital y las ventajas económicas a la hora de adquirir una vivienda fuera del núcleo urbano han permitido a Villamayor ampliar su población en los últimos años.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística, Villamayor mantiene una línea creciente de población desde 1976 teniendo en el año 2000 su mayor repunte demográfico. El año 2014, el municipio fijó en casi 7.000 personas su población, destacando considerablemente el grupo comprendido entre los 25 y los 55 años. Este dato coloca a Villamayor como uno de los municipios más jóvenes de la provincia.
Los primeros asentamientos de población en el sitio de Villamayor se producen en el castro de época romana, situado en el teso de San Miguel.
Con la debilidad del imperio Romano, y la llegada del cristianismo a la península se funda en la actual ubicación de la Iglesia de San Miguel, la ermita de San Ginés, de época románica. En torno a dicha ermita se comienza a realizar el asentamiento actual de Villamayor, que toma cuerpo coincidiendo con la repoblación de la provincia de Salamanca por Raimundo de Borgoña.
Con anterioridad a 1548 los padres Jesuitas se instalan en Villamayor en una casa (convento), cedida por los Maldonado a la orden de los jesuitas, y que en la actualidad todavía guarda restos de las bodegas (Villar y Macías cita la cuba narcisita) y estructura de la que fuera la primera ubicación de los Jesuitas en Salamanca. Dicha casa-convento se encuentra en la intercesión entre la C/ Arrabalillo y la C/ Empedrada. (Esta casa primeramente fue propiedad del Duque de Aveiro junto con la finca de Gudino entre otros inmuebles, que tenía a su servicio como administrador al entonces rector de la universidad de Salamanca D. Luís Maldonado).
En tiempos de Felipe III Villamayor deja de ser realengo y pasa a ser señorío y vasallaje de D. Juan Álvarez Maldonado.
La ermita de San Ginés se ve reformada a lo largo de los siglos XVI y XVIII, pasando a ser con estas ampliaciones la Iglesia Parroquial de San Miguel; finalizan las obras con el aspecto actual en 1777 bajo la dirección de Jerónimo García de Quiñones. Una de las anécdotas más conocidas de la Iglesia parroquial es “el centellazo”, tiene lugar el 1 de Agosto de 1774 cuando un rayo de tormenta entra por el campanario al templo buscando tierra sin causar ninguna víctima. (En la Iglesia actualmente todavía hay una inscripción en pizarra que relata estos hechos).
En el Catastro del Marqués de la Ensenada (1752) Villamayor lo formaban unas 150 casas y 126 vecinos. Que se dedican a la agricultura con cultivos cerealistas, viñas, garbanzo y algo de ganadería.
En el diccionario Geográfico Madoz (1845-1850) se nos dice que Villamayor tiene 87 casas, La Iglesia Parroquial, cementerio al oeste del pueblo (el primer cementerio se encontraba junto a la ermita de San Ginés), escuela con 60 niños de ambos sexos y 3 fuentes que usaban los vecinos.
A raíz de la construcción de monumentos y palacios en la vecina ciudad de Salamanca encontramos innumerables referencias documentales a la extracción de piedra para dichas obras en las canteras de Villamayor. Así en diferentes actas notariales, se nos habla de la cantera de “las rozas” (piedra para el convento de San Esteban año 1557), cantera de los Jesuitas (piedra para la Clerecía año 1592), cantera de “Santa Cecilia” (piedra para los Jesuitas año 1594), etc. Además de darnos a conocer los canteros o proveedores de piedra de Villamayor de las diferentes obras, es el caso de Machín de Sarasola (que en 1523 se obliga a hacer un arco de piedra de Villamayor en la iglesia de Carbajosa de la Sagrada y en 1524 se obliga a llevar la piedra para el Colegio San Bartolomé), o de Domingo Palacio (que en 1600 se obliga a sacar toda la piedra que fuera necesaria para la obra de la Catedral Salmantina); así como Pedro Cuevas, Domingo de Cabo, Antón Ratero, Francisco Baco, Cristóbal Calderón y otros muchos que han dejado constancia del oficio de canteros y de cantería en Villamayor desde Siglos atrás.
Por otra parte las diferentes huellas de bodegas en el municipio, nos lleva a hacer una mención especial de la importancia que tuvo en Villamayor el cultivo de la vid y la producción de vinos. Hasta hace tan sólo 40 años, todavía se conservaban bastantes extensiones de cepas que estaban en las besanas que atraviesa el camino de la Moral entre el pueblo y el río Tormes. (Gente relativamente joven, aún se acuerda de cuando iban a jugar o pasar el tiempo a la casona de los Cabezotas, que ya en ruinas conservaba la bodega con la prensa las cubas, etc.).
Damos por terminada esta pequeña introducción a la historia de Villamayor, sin otra pretensión que dar pequeñas pinceladas históricas de Villamayor y con la invitación a todos los que formamos este pueblo, para que busquemos y aportemos los datos de nuestra historia. Y con la certeza de que esto, además de descubrirnos las raíces de nuestro pueblo, nos ayudará a entender mejor la actualidad en cada momento.
Agradecemos la colaboración inestimable de Juan Guillén Vecino de Villamayor.
Pero Villamayor también destaca por ser “Ciudad de los Niños”; un proyecto municipal que nació en el año 2012 con el objetivo de propiciar el desarrollo de nuevas iniciativas encaminadas a la participación de los niños en la vida activa del municipio. Desde que se puso en marcha, los pequeños de Villamayor son reconocidos como verdaderos ciudadanos, se les escucha en el Ayuntamiento, hacen propuestas y presentan demandas a través del Consejo de los Niños.
Villamayor siempre ha ocupado un lugar importante en la geografía salmantina. Gracias a la rica tierra de la Armuña donde se asienta. Los cultivos de secano, famosos por los cereales, el trigo o las lentejas así como la ganadería criada en el propio municipio han sido dos de los pilares en los que se apoya la economía de Villamayor. Pero el nombre de esta localidad es conocido, también, por ser cuna de las canteras que visten de dorado Salamanca. La piedra franca de Villamayor cuenta con un gran reconocimiento internacional al ser el material con el que se han tallado las construcciones y ornamentaciones del casco histórico de la capital charra. La piedra dorada supuso durante siglos el tercer pilar económico de la localidad hasta que el tejido empresarial y comercial recogió el testigo como motor económico.
El papel que ha jugado el Ayuntamiento de Villamayor durante estos años ha sido esencial para contribuir a este crecimiento. El consistorio ha puesto especial hincapié en elaborar un amplio programa socio-cultural y deportivo para el desarrollo personal de los vecinos. Mientras que los mayores disfrutan y aprenden con los Talleres de Cultura donde experimentan con la pintura, la restauración de muebles, la cocina o la talla en piedra, los más pequeños lo hacen deportivamente en el Club de Fútbol de Villamayor.
Pero, sin duda, es la Escuela de Música Municipal la actividad que más adeptos gana en el municipio al contar con más de medio millar de amantes de la música. Desde que se fundó en 1997, la Escuela no ha dejado de crecer y perfeccionar su técnica lo que le ha permitido consagrarse como un referente en Bandas de Música en la provincia.
A mediados del 2000 y en plena expansión económica y social, llega a Villamayor el Parque Científico de la Universidad de Salamanca. La localidad armuñesa fue la elegida por la Universidad como marco para desarrollar uno de los proyectos más potentes de los últimos años. Favorecer la relación entre recién titulados y empresas , dinamizar la investigación y la transferencia tecnológica o impulsar la economía de la provincia salmantina eran los objetivos con los que partió este proyecto. Y actualmente, el Parque Científico cuenta con 40 empresas instaladas en sus más de cien mil metros cuadrados entre las que se encuentran centros de referencia internacional como el Centro del Láser.
Villamayor sigue siendo la cantera de Salamanca. Lugar de origen de su piedra franca y, ahora también, un importante músculo de crecimiento económico, social y cultural salmantino.
El aumento de la población ha hecho que se haya roto con el concepto tradicional de pueblo y que ahora Villamayor sea sinónimo de una localidad donde conviven pasado, presente y futuro. Esto se observa claramente en el entorno creado por la convivencia entre edificaciones tradicionales y la modernidad de las zonas de nueva creación.
Parques infantiles, aparatos biosaludables y el carril bici componen una atmósfera de ocio y deporte al aire libre para pequeños y mayores. Todos estos escenarios impulsan la vida activa y saludable que se puede llevar a cabo sin necesidad de salir del municipio.
El calendario festivo de la localidad está impregnado de fiestas religiosas y fiestas de disfrute y hermanamiento
Pasada la festividad de los Reyes Magos, comenzamos el año con la Fiesta de las Candelas, las Águedas y el Carnaval. Estas tres celebraciones, de gran raigambre en el pasado, tienen una gran tradición por lo que las dos primeras son celebradas sobre todo por las personas mayores
Las Candelas se celebra el día 2 de febrero con la presentación del Niño Jesús en el templo siguiendo la tradición judía establecida en el Antiguo Testamento y la purificación de la Virgen María. Conocida con diversos nombres en todos los casos se refiere a Cristo, la Luz del mundo que ilumina a todos como la vela o las candelas, de donde deriva el nombre
Las Águedas se celebra el día 5 en honor a Santa Águeda de Catania, mártir. Es una festividad propia de Castilla y León durante la cual, las mujeres toman el mando de la localidad, recibiendo el bastón del alcalde.
Los Carnavales era una fiesta muy popular en el pasado que se realizaba antes del inicio de la Cuaresma. Durante tres días de vida permisiva y relajada, en los que casi todo estaba permitido, destacaba el hecho de poder usar disfraces, para poder preservar el anonimato y disfrutar aún más de la fiesta, antes del comienzo de la penitencia de la Cuaresma. El miércoles de Ceniza se inicia la Cuaresma, periodo de cuarenta días dedicados a la abstinencia, el recogimiento y el ayuno
La Semana Santa se celebra con diferentes actos religiosos y procesiones rememorando la pasión y muerte de Jesucristo. Para los cristianos es el tiempo litúrgico más importante, dedicado a la oración y reflexión de los misterios de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo
La Festividad de San Isidro el Labrador de gran solera en el pasado, hoy se circunscribe al grupo de agricultores. Se celebra a mediados de mayo con una misa y comida de hermandad
La Feria de la Piedra se celebra, desde el año 2000, en el mes de mayo, la semana anterior a las fiestas patronales. Durante una semana se celebran diferentes actividades destinadas a ensalzar y promocionar la piedra franca de la localidad. Destaca el certamen de escultura, la exposición de obras y artistas. Presenta desde diferentes puntos de vista lo que significa y supone la piedra arenisca para el propio pueblo y la importancia que tiene en la belleza de la ciudad de Salamanca
La Fiesta de Nuestra Señora de los Remedios, patrona de la localidad. La fiesta se inicia con la bajada de la Virgen y durante doce días se desarrolla un amplio programa de actividades culturales, deportivas, musicales y de ocio; sin olvidar los actos religiosos en honor a la patrona como la misa mayor y la procesión
Fiestas de Agosto. El verano nos regala las Fiestas de Agosto a mitad del mes con un programa dedicado al deporte, a las actividades sociales y a la diversión. El programa abarca actividades de diverso tipo y para todos los colectivos: Tiro con arco, Esgrima, Fútbol, Juegos de mesa, Carrera de Autos Locos, Teatro de Calle, Bailes y Verbenas y comida de hermandad y hermanamiento
Villamayor cuenta con un portal web dedicado a las empresas y comercios de la localidad, en el dominio www.villamayorempresarial.es. Para conocerlo pincha en el enlace inferior.